lunes, 23 de mayo de 2011



Divagas. Caminas de un lado para otro. Das tumbos. Tropiezas una y otra vez con las piedras que encuentras en tu camino. Son meros obstáculos, las tiras a un lado, las desprecias, las apartas al borde del camino. Ninguna te sirve. Ninguna es de tu agrado. Ninguna se parece a aquella con la que topaste un dia. La que te hizo cambiar de rumbo. Girar a la derecha, luego a la izquierda, luego todo recto y luego....desapareció.









Ahi empezaste a dar vueltas en círculos, a tropezar, tropezar, tropezar.Obstáculo tras obstáculo. Perder el norte y el sentido de seguir avanzando, seguir buscando un destino invisible, imaginario, irreal.







- No quiero que me esperes
- Si dos personas son tal para cual acaban encontrándose
- De verdad lo crees?
- Lo creo
- Yo también














Ese día que esperaste, ese que te cambia la vida, te rompe los esquemas, da un giro a tu futuro, a tu presente, a lo que llevabas formando las ultimas semanas, meses, horas.
Ahora que empezabas a olvidarte, a darte por vencido, a desistir para siempre, ahora que creías que ya no existía nada. Ahora, cuando la distancia está a solo un paso, TU VUELVES.











Todos estos meses, todo el sufrimiento se ha quedado en nada, ha descendido al olvido. Y todo se magnifica, el reloj gira ahora al contrario. Las agujas del tiempo se vuelven locas. Y yo con ellas.



Ya es un secreto a voces. Que mas da? Todos lo saben. Nadie se sorprende. Lo veían venir, meses atrás. Todos. Menos yo. Y tu? Esto es así. Fácil y difícil. Previsible e imprevisible. Calmado y loco. Intenso. Y eterno.